lunes, 24 de febrero de 2020

CONSTITUCIÓN POLÍTICA. DÉCIMO A


INSTITUCION EDUCATIVA NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
CONSTITUCION POLITICA. DECIMO A
LA PAZ COMO VALOR

CARLOS E. CAÑAR SARRIA

2020
              La Carta de las Naciones Unidas en 1945 recoge el anhelo de los Estados firmantes, de convivir de manera pacífica como buenos vecinos y unir voluntades para el mantenimiento de la paz, la seguridad mundial y de hacer uso de la fuerza armada sólo en aquellos casos donde peligre el interés común.  Podemos observar, que la paz es entendida como ausencia de guerra. Por eso las negociaciones se han limitado a treguas y armisticios, asunto que ha impedido pensar y concretar la paz de otra manera. Hoy lo estamos constatando, cuando el mundo está pendiente del conflicto entre Estados Unidos e Irak, ya que el discurso universal con respecto a la paz se circunscribe a la ausencia de guerra.
              En Colombia, la Constitución Política reconoce que la paz es un derecho fundamental; no obstante, el problema de la paz se limita al conflicto armado, identificado principalmente, con los grupos alzados en armas y las Fuerzas Armadas del Estado. Y en este sentido la paz se concibe como ausencia de guerra y por ende, un objeto de negociación. Esta concepción de la paz en el sentido de ausencia de guerra ha hecho mucho daño en el proceso de edificación de una cultura política por la tolerancia y por el reconocimiento del otro como igual, imposibilitándose con ello, la adopción de la paz como valor, que permita comprometer a todos los colombianos.
              Pues la paz como valor no puede ser posible, mientras se siga limitando al problema de seguridad nacional y por lo tanto, a un problema que compete exclusivamente al gobierno, a las Fuerzas Armadas y a los actores armados ilegales. Una sociedad tan polarizada como la nuestra, debe hacer esfuerzos por consolidarse en comunidad, más aún frente a un problema tan importante, referido a la convivencia pacífica. La pregunta: ¿El Estado colombiano brinda espacios para ello? ¿Contamos con una verdadera sociedad civil? No podemos seguir pensando que la sociedad civil como sujeto viviente y actuante, pueda estar representada por algunos miembros del clero, de los sindicatos, de los partidos políticos, de los gremios de la producción, de los medios de comunicación o por grupos de “Notables”. Estos al fin y al cabo representan sus propios grupos, pero no más. La sociedad civil sólo se entiende como comunidad autónoma, organizada y unida por lazos de solidaridad, capaz de reivindicar sus derechos y de construir un futuro mejor. Sólo así se podría pensar en la posibilidad de una pedagogía para la paz, en una paz estable y duradera o en la paz como valor.
              La paz como valor implica la erradicación de todas las formas de violencia, ya sea de los grupos armados, de la justicia privada y de toda manifestación de delincuencia, y por lo tanto, no depende de lo que pueda hacer el gobierno de manera exclusiva, sino del compromiso de todos los colombianos. En Colombia hemos contado con una multipolaridad de la violencia: política, urbana, por la posición de territorios, organizada contra mayorías étnicas, en los medios de comunicación, en la familia, del narcotráfico y con éste la “guerra sucia”, caracterizada por las masacres y el imperio de la impunidad de sus responsables.
EJERCICIO:
1)      ¿Qué inconvenientes se han tenido para la paz en Colombia, concebir o considerar la paz como ausencia de guerra? Comenta críticamente.
2)      ¿Cómo podrías argumentar la necesidad de sociedad civil en la construcción del valor de la paz? Argumenta.
3)      ¿Qué propuestas podrías argumentar para la erradicación de las formas de violencia que el autor del artículo señala?
4)      ¿Estás o no de acuerdo con las negociaciones entre Gobierno y paramilitares? Argumenta críticamente.
NOTA: ESTE INFORME DEBE SER DESARROLLADO Y ENTREGADO EN EL TIEMPO DE CLASES.



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